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Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2020

Si hubiera sabido

Nunca sabes cuándo será tu último día. Y, si lo piensas, es una mierda, porque los últimos días no suelen estar llenos de épica. El mío comenzó con un café con leche. Si hubiera sabido que era mi último día, me hubiera preparado una tostada de esas que me gustan, con tomate, jamón y aceite. Nunca lo hago por pereza. Me vestí y me fui a trabajar. Si hubiera sabido que era mi último día, habría llamado para decir que estoy malo, que os den cabrones, apañaos sin mí. Tampoco me hubieran echado de menos. Comí con el gilipollas de mi compañero, como siempre los últimos 12 años. Si hubiera sabido que era mi último día, le habría dicho a la chica esa que se sienta en la ventana que comiera conmigo. Gilipollas (yo). Volví a casa y me abrí una cerveza. Si hubiera sabido que era mi último día habría abierto ese vino que lleva años recostado en el mueble. El que dejo para las ocasiones especiales. Putas ocasiones especiales, si nunca tengo ninguna. Por la noche vi un programa absurdo en la tele, m...

La Abuelita

No había cruzado aún el coche las vías del tren, esa oxidada cicatriz que recorría la parte sur del pueblo y que actuaba de frontera imaginaria, cuando ya todos los habitantes sabían que llegaba ella. La Abuelita. Muy despacio, como acostumbran a conducir las personas mayores, que no viejas, El Abuelito, al volante, hacía avanzar al modesto vehículo por aquellas calles que tantas veces, tantos años, tantos veranos eran su territorio. Para ambos, El Abuelito y La Abuelita, aquella entrada era una especie de rito ceremonioso, como quien entra conquistador en una ciudad o quien roza por primera vez con sus dedos el cuerpo de su amante. Muy despacio, disfrutando cada instante. Con la ventanilla bajada, en esos pocos centenares de metros, porque el pueblo es más bien pequeño, muy pequeño, se notaban los brochazos en el aire del aroma de la fábrica de jamones y entraba de lado ese calor pegajoso que en Extremadura es Patrimonio de la Humanidad. Y La Abuelita ya sabía que habían llegado, clar...